Esta semana sesionó en nuestra región el comité interministerial de Hidrógeno Verde, la institucionalidad encargada de la Estrategia Nacional de esta nueva energía. Fuimos muchos los que insistimos que era importante, dado que la llegada de la industria a nuestra región es inminente y no es posible que se sigan tomando decisiones desde Santiago. Además, hace solo unos días, vimos en acción a los primeros litros de combustible producidos en la planta piloto, lo que vuelve cada vez más real el bullado paso a un cambio en nuestra matriz productiva y energética.
Si bien el gobierno anterior centró sus esfuerzos en posicionar a Chile a nivel global como un posible productor de hidrógeno verde, nos heredó el tremendo desafío de generar las condiciones necesarias para que este nuevo polo económico sea, a la vez, el ejemplo de un nuevo modelo de desarrollo. Esto significa: velar por una instalación y operación amigable y responsable con el medio ambiente, actualización de los marcos normativos y regulatorios vigentes, planificación territorial y una adecuada colaboración público-privada; que nos aseguren que nuestra región no se convertirá en una zona de sacrificio.
Ya contamos con una Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde y esta semana también se lanzó un plan de acción, pero es necesario que estos instrumentos se regionalicen. Y es que con producir los primeros litros de hidrógeno no basta. Esperamos que esta industria sea sostenible ambientalmente, que aporte a la matriz energética no solo del mundo, sino también de Magallanes. Además, que podamos recibirla con ciudades preparadas para la llegada de los trabajadores/as y sus familias. También, necesitamos tener la capacidad de abordar la construcción y operación que estas empresas demanden. El desarrollo productivo en ningún caso puede ser a costa del bienestar de las personas que habitamos la región. Necesitaremos más escuelas, preparar nuestros servicios de salud, construir las viviendas que se requerirán y la infraestructura que nos permita que parte de esta energía beneficie a los y las magallánicas. Para que nuestras ciudades no sigan dependiendo del gas natural cuando a solo unos kilómetros los campos de aerogeneradores estén produciendo muchísima energía eólica. Nada de esto es gratis, requerimos mucha inversión pública.
Por eso, es importante que parte de los tributos que genere esta industria se reinviertan en Magallanes. Es un imperativo revisar las leyes de excepción para que toda empresa que llegue a instalarse a nuestra región tribute correctamente y con eso podamos preparar nuestras ciudades. Recientemente se aprobó el “Impuesto de 1% de contribución para el desarrollo regional” y tenemos que asegurarnos que dicha recaudación se quede efectivamente en nuestros territorios. Así como en un momento de nuestra historia empujamos porque de la producción de los hidrocarburos naciera el FONDEMA, hoy es tiempo de adelantarnos para generar un fondo regional que nos permita hacer un símil o una extensión de este fondo.
Pablo Cifuentes Vladilo
Consejero Regional
Javiera Morales Alvarado
Diputada